Como ya les he contado anteriormente a mí Vera me cambió la vida y sé que todas las mamás que estén leyendo esto seguro sienten lo mismo con sus pequeños, porque la realidad es que los bebés son mágicos, los hijos tienen poderes especiales que nadie más tiene y que nadie más (sólo las madres) entendemos. La capacidad de amar aumenta, la paciencia se multiplica, los besos abundan, hay más sonrisas en mi día que nunca antes en mi vida, mi relación con Dios es más especial ahora porque jamás imaginé que me merecía tanta felicidad así que estoy todos los días más agradecida con él.Mi matrimonio es más fuerte, comencé por primera vez en mi vida a trabajar en algo que disfruto, me siento más capaz y segura que nunca, ya no hay días malos, porque ella todos los días se ríe y su sonrisa es capaz de arreglarlo todo. La vida pasó de ser una vida normal a ser sublime y mágica, yo siempre digo que Vera es un unicornio, un ser más bien inventado por la mitología que vino al mundo a regalar nobleza ...